viernes, 30 de junio de 2023

💜 Un día más, un día menos. 🦋

 

10 de Junio.


Los dĂ­as previos al sábado me sentĂ­a mejor, no para tirar cohetes pero si como para no llorar todo el dĂ­a y no sentirme culpable. SabĂ­a que se acercaba el dĂ­a en el que podrĂ­a hablar con más gente que me entendiera y poder compartir los sentimientos y vivencias sin ser juzgada o sentir vergĂĽenza y pena. 


Ya es sábado, Carlos se ha levantado cabreado y lo noto con cada sonido que sale de su boca y sus movimientos. ¿No querrá ir? Ă‰l dice que tiene sueño y que solo es eso, pero mi intuiciĂłn me dice que hay algo más. 

De camino al centro de Valencia me siento aĂşn más ansiosa y nerviosa, el viaje se me está haciendo eterno. Cuando llegamos tenĂ­a la sensaciĂłn de que ya habĂ­a estado en ese lugar y que conocĂ­a a las demás parejas como si fuĂ©ramos amigos de toda la vida. Me sentĂ­ cĂłmoda en esa silla, aunque el cojĂ­n al que abrazaba contra mi tripa era más reconfortante. 

Desde que han empezado a hablar no he parado de llorar. Están contando uno a uno su perdida mientras lloro por ellas y lloro por mĂ­. Nada más abrir la boca y pronunciar mi nombre las lágrimas salieron solas nuevamente, no hubo forma de pararlas y mi voz temblaba como si hubiera pasado todo ayer mismo y como si nunca lo hubiera contado a nadie. SentĂ­ que volvĂ­a revivirlo y mis dudas, mis culpas y mis "y si" volvieron de nuevo a mi cabeza. Carlos finalmente confesĂł que se habĂ­a levantado sin ganas de ir, que lo hacĂ­a más por mĂ­ que por Ă©l, pero que no se arrepiente de haber ido y haber escuchado a otros padres contar desde su perspectiva lo que sintieron y lo que les duele. 

Tras esa hora y media de escuchar, hablar, sentir y experimentar el dolor de cada mujer y hombre salgo con otras sensaciones y pensamientos. SalgĂł aprendiendo que el duelo es normal y  que yo solo debo estar presente y seguir con mi vida aun con ese dolor que a veces desgarra almas y mentes.

No estoy sola y nunca estaré sola. Hay miles de personas que pasan por la perdida de un bebé, de su hijo/a y siguen sus vidas sin poder olvidarlos, pero aprendiendo a vivir con su recuerdo y las sensaciones que dejaron en sus vidas.
TambiĂ©n quiero escribir un poco más de la perdida gestacional o neonatal, ya que contar la perspectiva y la vivencia tambiĂ©n es una buena forma de poder enseñar al mundo que es un duelo como otro cualquiera. 


Tiene sus fases, su aprendizaje y su tiempo de curaciĂłn. No debemos olvidar que se pierde un hijo y un plan de futuro, se pierde tambiĂ©n la perspectiva de uno mismo, un pedacito de ti y un pedacito de tu pareja. Como siempre he contado en mis redes sociales el hecho de estar por encima de mi peso influye mucho en como me tratan los mĂ©dicos y lo que me diagnostican en consulta. No soy una persona que le guste ir a urgencias aunque lo requiera por estar muy enferma o necesitar atenciĂłn urgente. 

Durante parte del embarazo he sentido dolores y pinchazos fuertes en el bajo vientre, un flujo abundante y algo turbio. He enfermado con fiebre, tos y mocos muchas veces, pero siempre me decĂ­an que era normal. Mis defensas estaban bajas por lo que los mĂ©dicos lo atribuĂ­an a eso. Nunca tuve sangrado por lo que tampoco tenĂ­a la necesidad de ir a urgencias a que revisasen que todo iba estupendamente.

 La ecografĂ­a de las 12 semanas era la que más miedo me daba, que me dijeran que mi bebĂ© podrĂ­a tener alguna enfermedad y que debĂ­a hacerme más pruebas o que no era posible continuar con el embarazo me tenĂ­a en vilo cada noche. SĂ© que muchas madres les da igual, pero yo siempre he pensado en que si decidĂ­a ser madre y traer a un niño a este mundo no querĂ­a que este tuviera una vida llena de problemas y necesidades que esta sociedad no estaba dispuesto a darle. 

Tras ver la ecografĂ­a, escuchar los latidos y que me dijeran que todo estaba estupendamente respirĂ© de nuevo y volvĂ­ a sentir que todo irĂ­a bien. PensĂ© que no podrĂ­a pasarme nada ni a mĂ­ ni a LucĂ­a, estaba todo bien, ¿QuĂ© otra cosa podrĂ­a pasar? 

Algo que no te cuentan ni antes de quedarte embarazada ni durante, son los miles de complicaciones que puede tener un embarazo. Los riesgos que puede tener más allá de informarte sobre lo que puedes o no comer, lo que debes tomar de medicamentos, sĂ­ hacer ejercicio o no. En el colegio te dicen que uses preservativos para no quedarte embarazada o tener enfermedades de transmisiĂłn sexual, te enseñan el proceso de embarazo y la anatomĂ­a de este, pero nunca te cuentan sobre abortos, complicaciones o perdidas gestacionales. 

¿Es un tabĂş? 

No sĂ© si responder con un sĂ­ o un no. Tras contar mi experiencia mucha gente me confesĂł que pasĂł por eso o que algĂşn familiar o amigo tambiĂ©n lo pasĂł, pero que no lo contaron hasta años despuĂ©s por miedo y vergĂĽenza. ¿VergĂĽenza de quĂ©? ¿De haber perdido a tu hijo al que has amado cierto tiempo dentro de tu Ăştero o fuera de Ă©l? Nunca creĂ­ que fuera a perder a mi bebĂ©, nunca imaginĂ© que tuviera que pasar nuevamente por este proceso tan doloroso fĂ­sica y mentalmente. 

La mujer no debe contar antes de las 12 semanas su embarazo por si acaso. ¿Por si acaso? Yo decidĂ­ contárselo a mi familia antes de las 12 semanas, pero en redes sociales lo contĂ© despuĂ©s, despuĂ©s de que pasara ese "peligro" que tanto me decĂ­an y al final tuve que terminar contando que habĂ­a perdido ese embarazo. Yo decidĂ­ contarlo al mundo igual que tambiĂ©n decidĂ­ contar la perdida. Nunca creĂ­ que fuera a perder a mi bebĂ©, nunca imagine que tuviera que pasar nuevamente por este proceso tan doloroso fĂ­sica y mentalmente. Por suerte, cuando entrĂ© a urgencias nadie juzgo mi gordura ni mis "enfermedades" para culparme de la muerte o atribuirme esa culpa, aunque yo sĂ­ que lo hiciera.

Durante 4 dĂ­as conocĂ­ a muchas matronas, ginecĂłlogas, enfermeras, celadoras y ninguno de ellas me juzgĂł, me mirĂł mal o me tratĂł mal. Fueron todos profesionales que sabĂ­an que en esa habitaciĂłn habĂ­a una madre que no iba a llevarse a casa un bebe en sus brazos. Me brindaron ayuda, consuelo y amor. Aun a dĂ­a de hoy pienso si esto hubiera sido igual en Madrid, si me hubieran atendido tan bien y con tanta paciencia o si directamente la gente hubiera sido borde y queriendo hacerlo todo con prisa. 

En esta ciudad perdí a mi hija, pero he ganado confianza en mi misma y en los profesionales médicos. He conocido mucho más a mi pareja y la he amado más. He llorado y reído al mismo tiempo y sé que llegará el día en el que Lucía tendrá un hermano/a que también la amará aunque nunca la haya conocido.

viernes, 16 de junio de 2023

🦋2 Semanas sin sentirte.🦋

7 de Junio.

Hace 2 semanas que me dijeron que tu corazĂłn no latĂ­a. El dolor sigue estando y lo sigo viendo como un enemigo al que quiero exterminar y olvidar. Mis dĂ­as son más llevaderos y no lloro tan seguido como antes. 

Sigo pensando que ayer cumplirías 21 semanas en mi vientre y que a lo mejor te moverías más y ya podría sentirte del todo. Podría ponerte música y cantarte mientras papá nos abraza y hablamos en el salón.



Nacer - verbo intransitivo. 
"Salir [una persona o un animal vivĂ­paro] del vientre de la madre."


Decirle al mundo mi experiencia de como naciste, porque sĂ­, naciste. Saliste de mĂ­ sintiendo contracciones, parĂ­ tu cuerpo sin vida, pero parĂ­. 
Decirlo fue como sentir una ráfaga de aire frĂ­o en pleno verano, como un beso de papá cada noche antes de ir a dormir o cada palabra de cariño que sale de la gente. La rabia tambiĂ©n sigue estando, pero se hace más pequeñita cada dĂ­a que pasa y siento que puedo respirar cada dĂ­a más profundo sin sentir pinchazos en el costado. El mĂ©dico me llamĂł ayer y le dije que necesitaba ayuda, necesitaba saber quĂ© hacer ahora. 

Dije la palabra "volver a intentarlo" pero ahora que lo escribo suena tan frĂ­o e impactante. Quiero ser madre y siempre lo he sabido. Puede sonar del siglo pasado y que muchas mujeres no me entiendan, pero quiero cuidar, enseñar, educar, consentir, cocinar para esa personita que durante 9 meses ha estado dentro mi esperando pacientemente a conocerme. 


LucĂ­a, eso querĂ­a para ti. Una familia que te diera amor cada dĂ­a y que te sintieras la niña más afortunada del mundo. Es duro pensar en volver a pasar por la bĂşsqueda de un nuevo ser humano, volver a vivir con negativos en las pruebas de embarazo y no sĂ© si podrĂ© sentir alegrĂ­a cuando vea el positivo. 
Puede que tenga tanto miedo a que pase de nuevo que no podrĂ© disfrutar de ese nuevo embarazo sin pensar que lo que te ha pasado. AĂşn no he soñado contigo y no sĂ© cĂłmo sentirme. ¿Triste, feliz, desilusionada, decepcionada? No sĂ© si estoy preparada para soñar contigo, si me dolerá más y no podrĂ© superarlo como con tu hermanito/a ¿TĂş soñarás conmigo y papá? Quiero pensar que de verdad estás en algĂşn lado, que tu alma sigue pululando por alguna parte ya sea a nuestro alrededor o en otro plano si es que existe. 


Escribirte es lo Ăşnico que hace esto más llevadero. Son cartas que sĂ© que nunca podrás leer y que nunca podrás responder, pero sĂ© que las personas que la lean sentirán una parte de ti y te conocerán un poquito más. 

Te quiero LucĂ­a, te quiero sin haberte tenido con vida fuera de mi vientre.







sábado, 10 de junio de 2023

✨🦋7 dĂ­as despuĂ©s.🦋✨

30 de Mayo.

Hoy he despertado mejor, con algo más de fuerzas y ganas de seguir hacia adelante aun que no te vayas de mi cabeza. Pienso que no pasa nada, me arropo en papá cada dĂ­a y nos ayudamos mutuamente ya sea llorando, hablándolo o simplemente abrazándonos

Decírselo a todo el mundo está siendo complicado.

Pensé que sería tan fácil como publicar un texto y que la gente solo me contestara que lo sentía, pero ahora que lo estoy viviendo me siento aún más sola en mi dolor.

Han pasado 4 días desde que abandonaste mi cuerpo y nos despedimos de ti. Todos los días han sido malos, pero ayer expresé tanto dolor que cada grito y cada lágrima me desgarraba la garganta

Me sentĂ­ sola en mi dolor, me sentĂ­ sola en esa cama aun que papa estuviera conmigo y la gente me hablase diciĂ©ndome que lo sentĂ­an. 

Cuando me miro al espejo no me veo por ningún lado, ese brillo que tenía y esas ganas de vivir ya no están por ninguna parte.

En estos momentos me doy cuenta el hombre tan perfecto qué tengo a mi lado, hubiera sido tan buen padre contigo. Lo será, sé que lo será algún día y espero que sea a mi lado y que nunca te olvide.
No quiero perderle y no quiero que nuestra vida cambie drásticamente por perderte y no poder superarlo. 


31 de Mayo.

Hace 1 semana que te fuiste y nos dejaste sin posibilidad de volver a verte.

Me duele aĂşn más, cada vez que cierro los ojos te recuerdo. Recuerdo expulsarte y verte frente a mĂ­, tan pequeña y delicada. Tus manitas perfectas, tu orejita redonda que se parecĂ­a a la de papá. AĂşn duele tanto.

No paro de llorar y recibir mensajes de gente diciĂ©ndome que lo siente y que tengo que continuar y seguir hacia delante, ¿Por quĂ© dicen eso?, ¿No ven el dolor en esas palabras? Hace 1 semana que te fuiste de nuestro lado, no sĂ© porque no entienden que he perdido una hija aun que no hayas vivido fuera de mi tripa, estabas viva dentro de mĂ­. 

Mi madre dice que tengo que mirar que lo dicen porque me quieren, que no les dĂ© cuenta a esas palabras porque no saben que decir y no lo dicen a malas… pero me duele tanto y me da tanta rabia no poder hacerles entender mi dolor y no encontrar en sus palabras algo que me ayude a seguir. 

Me duele el pecho, la barriga la siento vacĂ­a, los ovarios me matan de dolor y ya ni puedo continuar mi vida con normalidad. Cada paso que doy lo doy sin ti.

1 de Junio

He tenido que decirlo en voz alta a la enfermera, he tenido que decir todo lo que pasĂł y he llorado tanto, no me salĂ­an las palabras sentĂ­a el nudo en la garganta aĂşn más potente.

Lo he dicho en voz alta, he tenido que repetir que te he perdido, de nuevo me siento estĂşpida y culpable.

Me da miedo enfrentarme al dolor, dicen que llore, que grite y que me exprese como desee, pero cada lágrima que saco es como un puñal que me clavan en el pecho.

Quiero que deje de doler tanto, quiero que dejen de escribirme con pena y me digan lo mismo siempre. Quiero continuar sin sufrir, sin este dolor, recordándote sin llorar y con energĂ­a suficiente como para continuar mi dĂ­a sin problema.

Irme a casa con los brazos vacíos, que duro está siendo. El pecho me sigue doliendo, siento una presión constante y pinchazos.
En el hospital me dijeron que me subirĂ­a la leche, me dieron pastillas para que parase y aun asĂ­ siento que mi pecho va a estallar y que no tengo con que calmarlo. 
Los ovarios me siguen doliendo tanto que no puedo vivir sin paracetamol y no voy al baño por culpa del hierro. Maldita la hora en la que me desangre en el quirĂłfano y ahora tengo que estar 2 meses tomando hierro. 

Los dĂ­as pasan un poco más rápido que al principio, pero aĂşn siento esa soledad como si fuera ayer mismo cuando todo ocurriĂł...



martes, 6 de junio de 2023

💜🦋Lucía🦋💜


24 de Mayo.

A las 12 de la mañana empezó el peor día.
SĂłlo querĂ­amos oĂ­rte y ver que estabas bien pero no habĂ­a respuesta del otro lado.
Un taxi, 2 personas con miedo pero intentando que no se notara.
Las 14:30 del medio dĂ­a y busco en aquella pantalla en urgencias tu carita y suplico oĂ­r tu corazĂłn, pero no puedo. Sigue sin haber respuesta al otro lado.
Intento no llorar, pido que papá venga a vernos. Dicen que no estás y que tienes que irte sin ni siquiera haberte conocido, que no te mueves y que tu corazoncito ha dejado de latir.

Las 20:43; llega el momento más duro y cruel, me siento estúpida y culpable, lloro desconsolada y pienso en qué hice mal para que no te oyera nunca más.
Siento tu dolor, el dolor que debí sentir contigo dentro de 5 meses. Cada lágrima que estamos gastando espero que llegue a ti de alguna forma.

Las 2:20 de la mañana, siento aĂşn más dolor y me dicen que puede que ya estĂ©s lista para dejar mi cuerpo e irte de nuestro lado, pero aĂşn es pronto… 'Tengo que tener paciencia' me dicen, mientras mis piernas tiemblan y mis ojos ya no pueden llorar más.
3:33. No sé si este número me hace sentir bien o mal, sólo sé que me sirvió para poder decir basta y que me medicasen. El dolor pasó pero no pude dejar de pensar en ti y en si podría verte después de que te fueras de mi vientre y tu cuerpecito frágil estuviera encima de la cama o de mi.


25 de Mayo.

Ya es el día siguiente y sigo pensando que todo esto es un sueño y que me despertaré en mi cama contigo y papá.

Las 8:30 de la mañana y estaba tan cansada… Llevaba 2 horas sin poder dormir más de 5 minutos seguidos y no paraba de llorar pensando que se acercaba la hora de volver a sentir dolor.

Papá y yo hemos hablado por si queremos verte, pedir que te examinen y que nos digan quĂ© te ha sucedido, pero papá no está seguro. Tiene miedo de verte y quedarse más triste. 

Yo sĂ­ quiero, tras pensarlo tanto sĂ­ que quiero verte y despedirme de ti.

Son las 15:10, aún no siento nada. Cuanto más se acerca la noche, más me va doliendo y más ganas tengo de que esto termine y pueda irme a casa, quiero olvidar todo esto pero no sé si es lo correcto y si debo.
Han venido a vernos para acompañarnos en este duelo tan doloroso. Mientras aquella mujer me contaba su experiencia, yo no paraba de pensar en por que me tocaba vivir de nuevo esto, no me merezco este sufrimiento. Nos ha explicado el duelo, que verte nos hará sanar antes y podremos decirte viendo tu carita que te queremos y que nunca te vamos a olvidar.

Las 11 de la noche, no aguanto el dolor y me vuelven a dar medicación, pero no hace efecto. Sigo sintiéndote cada minuto, 39 segundos de dolor cada minuto. Nunca olvidare que sentí cada contracción como si me estuvieran apuñalando y quitando un trocito de mi con cada una de ellas. Morfina, eso es lo ultimo que me pueden dar. Decido no ponerme nada mas y aguantar todo lo que pueda.


26 de Mayo, parte 1.


Son las 2 de la mañana, el dolor no ha cesado y ya no tengo fuerzas, se qué algo ha cambiado pero tengo tanto miedo de decirlo, de pedir ayuda. Finalmente pido la morfina porque tras 2 días con dolores ya no aguanto. Tras pincharme siento ganas de hacer pis por lo que me dirijo al baño y tras volver a la cama, ni 5 minutos después, lo siento.
Grito y lloro, siento que tengo que pujar, ¿Lo hago?, ¿EstarĂ© de parto? No sĂ© quĂ© pasaba, sĂłlo sĂ© que te sentĂ­a casi fuera cuando la matrona aparece por la puerta y quiere revisarme pero yo grito que no puedo, que lo sentĂ­a pero no podĂ­a dejarte ir.

Me destapa y siento cómo mi cuerpo deja de responder y sólo pienso en que estas saliendo y no puedo hacer nada para detenerlo. Noto calor, siento entre mis piernas el calor que emites y no paro de pensar que ahora se ha vuelto más real y que no es un sueño. Dentro de mi he creado la ilusión de que van a darse cuenta que aún respiras y van a llevarte corriendo y te salvarán. Pero no fue así, esperé en silencio mientras me bajaban a paritario para ver si sentía algún movimiento o escuchaba algún ruido pero no había nada, de nuevo no había nada del otro lado.

Mientras me bajan a paritario tengo miedo y siento tanta pena que no dejo de llorar y temblar. Me miran todos con esa misma pena que llega a darme tanta rabia, quiero gritar y romper todo a cada paso que damos. Papá esta tan asustado, no sabe quĂ© ha pasado y está confundido y preocupado. No recuerdo quĂ© le gritaba mientras esto pasaba, sĂłlo recuerdo el momento de expulsarte y decirle que ahĂ­ estabas. Intentaba que Ă©l no te viese porque no estaba segura de que el quisiera, recuerdo el golpe que le di y sus gafas cayĂ©ndose. Te vio nacer, vio como salĂ­as sin un ruido y sin aliento, su cara de miedo y tristeza nunca podrĂ© olvidarlo.

Ya en paritario no me importa la hora, ni si tengo que expulsar la placenta ni lo que me dice la matrona o ginecóloga, solo me sigue importando si al verte podré aguantar el dolor y el gran vació que nos has dejado.
Hemos hecho muchas preguntas, estamos tan perdidos que necesitamos que nos respondan antes de verte. Papá finalmente quiere verte, quiere despedirse de ti aunque no toque y aunque nos duela.
Este momento nunca lo olvidaré. No olvidaré cómo te trajeron a la cama despacio y abrieron la bolsa delante nuestra para poder verte mejor. Incluso dentro de ella veía tu orejita derecha y le decía a papá que era muy pequeñita, pero estabas perfecta. Mientras abrían la bolsa y el liquido amniótico salía solo podía pensar en aquella ilusión de nuevo, me estaba haciendo tanto daño no poder tenerte con vida ahí mismo.
Mientras te colocaban despacito y te acomodaba la matrona pudo ver que eras una niña, ¿Necesitaba saberlo? Todos se lo preguntan y mi respuesta es si, es lo Ăşnico que podrĂ­amos saber de ti. Nunca podrĂ­amos saber el color de tus ojos o tu pelo. Si de mayor te gustarĂ­a el morado o el rojo o si preferirĂ­as los videojuegos o leer.
Cada vez que miro la cara de papá mientras te ve se me cae el alma al suelo y siento que la pisotean y la arrastran a lo mas oscuro de esa habitación. Duele tanto.

SĂ© que no es importante, pero necesitaba saberlo para darte un nombre y poder despedirme de ti como mi hija, para que doliera menos. Tras mirar tus manos, pies y cuerpecito pensĂ© en tu nombre pero a la cabeza solo me venia uno. No era ninguno de la lista que tenĂ­amos, solo mire a papá y le dije “LucĂ­a, ¿Puedo llamarla asĂ­?” Él solo respondiĂł que si, que le parecĂ­a bien. Papá se portĂł tan bien conmigo dejando que escogiera tu nombre e hiciera más mĂ­o ese momento.

No sé cuánto tiempo estuve mirándote, quería tocarte, cogerte en brazos y mecerte pero no podía, no pude pedir que me pusieran unos guantes por miedo y rabia. No tuve fuerzas para dejar de mirarte sin pena, ojalá ese momento fuese eterno y pudiera quedarme contigo más tiempo, pero no fue así. El momento de despedirnos se acercaba y la rabia seguía asomando con cada lagrima que caía y cada palabra que salía de mi boca.

Tras envolverte en aquel protector y manta verde te pusieron una etiqueta, de esas para que se supiera que dentro estabas tĂş y que querĂ­amos que te examinaran para saber quĂ© te habĂ­a pasado. No paraba de mirarlo y pensar “Espero que no se olviden de ti”.

Las 5:30 de la mañana, estoy de nuevo en la habitación donde todo había sucedido, misma cama y mismas sensaciones. Me dolía cada centímetro del cuerpo y no dejaba de pensar en ti y en que ya no volvería a verte, que ya no estabas dentro de mi. Quería sentirte dentro de mi.

Me medican y me dicen que me duerma pero, ¿CĂłmo voy a hacerlo, cĂłmo voy a poder dormir despuĂ©s de esto? Papá está cansado y llorando, preocupado por mi dolor y triste por el suyo, quedamos dormidos poco rato despuĂ©s del agotamiento.


26 de Mayo, parte 2.

10:00 de la mañana; pensé que todo había terminado. Ya no estabas dentro de mi y tampoco te podía ver por lo que pensaba que podría irme a casa para poder descansar y pasar el duelo, pero aún querían ver que todo estuviera bien.

Tras una pequeña ecografía detectan que todavía quedaban restos en el útero, por lo que deciden hacerme un legrado.

Tras contárselo a papá se pone triste. Quiere también irse y está preocupado por mi, lo único que me sale es abrazarle y al instante rompe a llorar en mis brazos. No sé cómo consolarle ni cómo hacer que se sienta mejor, no sé qué decirle para mitigar esa rabia e impotencia que sé que tiene. No puedo tampoco hacerlo conmigo, no sé cómo sanar todo esto.

13:00; me bajan a quirófano pero nadie me explica nada y no entiendo si me van a dormir o estaré despierta. Se cuál es el procedimiento. Con 17 años cuando perdí a tu hermanito me lo hicieron despierta y fue lo peor. Tengo mucho miedo de dormirme y soñar contigo.

Sólo recuerdo que me enchufaron algo en la vía, me pusieron una mascarilla, me dijeron que era oxigeno y acto seguido me despierto en movimiento, con muchísimo dolor y ganas de pujar. Estaba en otra habitación y había muchísima gente. Recuerdo tanto dolor y gente diciéndome que pujara si era lo que necesitaba, otros corriendo y mirándome. Recuerdo los ruidos a mi alrededor, los latidos de bebés de otras madres, la pareja diciendo esas cosas tan feas de sus hijos mientras que la mujer se movía y los latidos de sus bebés sonaban aun más.

En quirófano los médicos vieron que tenia un gran sangrado por lo que el postoperatorio fue mas difícil. Casi 4 horas que para mi fueron 30 minutos entre llanto, dormir y papá intentando hacerme reír, pero fueron muy dolorosos. 4 horas que fueron un infierno para papá, que tuvo que aguantar verme llorar y decir que quería que te trajeran, abrazarte y tenerte. Horas de incertidumbre por si necesitaba otra operación de emergencia, una transfusión de sangre o si iba a salir viva de ahí.

17:30; llegamos a la habitación y sólo pienso que es otra noche más en esta cama tan incómoda, con tantos malos recuerdos. Sólo quiero irme a casa y poder llevarte conmigo, me pregunto constantemente por qué no puedo, por qué yo, por qué nosotros, por qué te has ido. Intento ducharme pero me mareo, me baja la tensión y siento que me desmayo. Papá está ahí por suerte, no se ha ido en 3 días y me ayuda a irme a la cama para no caerme y hacerme mas daño. Tengo anemia me dicen, la pérdida de sangre ha sido grande y es normal que me pase.

El día se hizo eterno, llevo 3 días sin comer bien, sin dormir, llorando desconsoladamente, llena de agujeros, heridas, sangre y la rabia que tanto odio que no se va. Llega la noche y duermo, no tardo mucho en despertar y, mirando de nuevo a papá en aquel sofá incómodo, pienso en qué vamos a hacer ahora con tus cosas, con los planes y las ilusiones de la familia. Cómo voy a decirlo en voz alta y hablar con la gente de lo sucedido. No puedo hacerlo, no quiero hacerlo.


27 de Mayo.

Son las 10 de la mañana y la ginecóloga me revisó nuevamente, todo está bien. Me enseña la ecografía y no hay nada en esa imagen, solo un útero vacío. No estas Lucía, te has ido y ahora veo que es muy real.


Por fin nos dan el alta, por fin podemos irnos a casa y descansar.

De nuevo 1 taxi y 2 personas con miedo intentando que no se notara, pero no pasan ni 5 minutos de estar sentada cuando mis lágrimas salen de nuevo. Tengo miedo de llegar a casa y encontrarme sola ante las emociones, los miedos y las preguntas no respondidas.

Los gatos, mis bichines peludos, llevan 4 dĂ­as sin vernos. Pienso en ellos y lo felices que se van a poner al vernos.

Eran las 2 de la tarde cuando nada más entrar por la puerta de casa noto de nuevo esa rabia. La que no quiero que esté pero sé que debe estar.

Pienso en tumbarme en la cama y no moverme de ahí en 4 días pero lo primero que hago es coger todas tus cosas y meterlas en una cajita. Cuanto antes lo haga menos dolor sentiré cuando las vea. Cuando cruzo cualquier puerta sólo puedo pensar que en cada rincón de esta casa está el recuerdo de llevarte en mi tripita, que en ese sofá papá te puso música para que la escucharas o que en esa cama dormías conmigo y papá nos abrazaba por las noches y sonreía al pensar en cuando nacieras y cómo sería cogerte en brazos y quererte.

Lo único que queremos es dormir, nos acostamos en la cama y por primera vez en 4 días caigo rendida y me duermo, duermo sin soñar y sin apenas despertarme. Papá me levanta para comer, tenemos que comer algo, estamos tan débiles que lo único que nos apetece es dormir pero hacemos un esfuerzo descomunal en preparar algo de comida mientras hablamos de ti, del parto y de las sentimientos.

Los "lo lamento", los "lo siento", los "estamos contigo", los "te queremos" no llegan a ningĂşn lado cuando la familia empieza a escribirnos. Todos nos hablan y nos saturan de mensajes que creemos vacĂ­os y sin la más mĂ­nima intenciĂłn de hacer daño, pero sin entender nuestro dolor. Duelo o pĂ©same, ha muerto mi hija, ha muerto parte de mi y dentro de mi. Ha muerto y yo no lo sabia, no te sentĂ­ cuando morĂ­as y no sĂ© si me lo perdonarĂ© algĂşn dĂ­a.

No sé si podre salir de esta tristeza tan profunda y recordar tu carita sin sentir este nudo en la garganta.

Sólo espero que estés donde estés Lucía, si hay algún sitio donde vayáis los bebés nacidos sin vida, me perdones y puedas sentir el amor de papá y mamá.










Una nueva historia.

18 de diciembre de 2023. Hace 7 meses que te fuiste a las estrellas LucĂ­a. Te fuiste pronto y sin poder despedirte.  Hace 7 meses que te fui...